viernes, 29 de julio de 2011

Fondo de Estabilización de la Tarifa

Los recursos que el Estado dominicano ha tenido que destinar para cubrir el creciente déficit del sector eléctrico han forzado a distintos gobiernos a obviar, inclusive, la aplicación de algunos programas proyectados en el marco de sus políticas sociales.
El Fondo de Estabilización de la Tarifa Eléctrica (FETE), ha sido una de los componentes que integran ese déficit y consiste en un mecanismo mediante el cual el Estado no transfiere a los consumidores finales todo el incremento de los combustibles, aplicando una tarifa inferior a la resultante del cálculo, asumiendo así, la diferencia entre ambas. Dejar fluctuar la tarifa eléctrica, como indicó el FMI en la reciente revisión de la carta de intensión implicaría eliminar este componente del déficit y con ello se aplicaría la tarifa técnica, con la cual los clientes de las EDE’s tendrían que asumir totalmente cualquier variación en los precios de los combustibles.
La aplicación de la tarifa técnica ha sido uno de los más grandes anhelos de la parte privada del sector eléctrico desde el momento mismo de la Capitalización, pues ésta les permitiría transferir de manera directa a los consumidores, todos los costos de la cadena de producción, transmisión, distribución y comercialización de la electricidad. En vista de que por primera vez, desde la “reforma eléctrica”, los empresarios dirigen las empresas eléctricas estatales, pareciera ser que ha llegado el tiempo de ver realizado ese funesto sueño.
Aunque la lógica económica establece que el precio final de un producto debe contemplar todos los costos en que se incurran para llevarlo al consumidor más cierto beneficio racional, en el caso del mercado eléctrico dominicano esto no aplica aun, pues se trata un mercado con costos de producción no transparentes.
Por lo tanto, antes de dejar fluctuar la tarifa, hay que transparentar los costos. 


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sábado, 23 de julio de 2011

Marranzini ya fracasó en la CDEEE

MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN.
Con estas palabras escritas por el dedo divino en la pared de una habitación saturada de soberbia y embriagada de poder, se puso fin al imperio babilónico dirigido entonces por el rey Belsasar.
La escritura en el idioma arameo decía: “FUISTE PESADO EN BALANZA Y TE ENCONTRARON FALTO…. Efectivamente, horas después el ejército medo-persa se apodera de todo el imperio.
Tratando de seleccionar los adjetivos que califiquen la actual gestión de la CDEEE, opté por remontarme al referido episodio bíblico, debido al fracaso común que entre ambos existe.
Como un gran fracaso debemos definir una gerencia encabezada por alguien que simplificó la problemática eléctrica del país a la aplicación de “Administración 101”, que a todas luces no le ha funcionado.
Tiene que ser un fracaso una vicepresidencia ejecutiva que no haya sido capaz de proyectar adecuadamente el déficit del sector eléctrico para los años 2010 y 2011, presupuestando tan solo 350 millones de dólares para cada año, sin embargo, en el primero se debió quitar el 20% a las instituciones públicas para completar los 930 millones de dólares del déficit resultante.
Igual situación se nos presenta para este año, ya que los 350 millones proyectados pudieran convertirse en más de 1,000 millones de dólares al final del período, por lo cual ha sido necesaria una reducción de un 12% del presupuesto de las instituciones públicas.
Tengo que definir como fracaso una gestión que a pesar de haber recibido más  poder que todos sus predecesores, no ha podido reducir las pérdidas, aumentar las cobranzas, incrementar el CRI y reducir el déficit, no obstante haber despedido más de 4 mil empleados.
A pesar de que este fracaso tiene un rostro visible, arrastra consigo a políticos, empresarios y comunicadores que apostaron a un “gurú” que les ha decepcionado.
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Crecimiento Económico, Progreso y Desarrollo.

I de III
El crecimiento económico de una nación revela el incremento de su producto interno bruto o lo que es igual de la sumatoria de sus riquezas, en un período determinado. Sin embargo, es preciso señalar que este indicador macroeconómico es medido en un punto de la cúspide de la montaña en el cual la temperatura puede ser totalmente diferente a las encontradas al pie de la misma, sin que esto implique un desconocimiento de las mediciones realizadas.
Este crecimiento no impacta, necesariamente, las economías individuales de los ciudadanos si al evaluar sus componentes notamos que los rubros que agregan valor de manera masificada a la nación han crecido muy poco, se han quedado estancados o peor aún, han decrecido. Es por ello que todo crecimiento económico debe considerarse sostenible en la medida en que tienda a desarrollar un clima de producción interna con la activa participación de la micro, pequeña y mediana empresa. Que promueva procesos de industrialización nacional, facilitando el acceso a bienes y servicios en condiciones que les permita producir de manera competitiva, tanto para el mercado local como para el internacional.
Para ser objetivo en toda evaluación macroeconométrica, el crecimiento económico debe ser considerado tan solo como  una de las variables que definen un indicador mucho más holístico y superior, el bienestar económico.
Cuando se habla de crecimiento del bienestar económico, no solo hacemos alusión al incremento del PIB, sino también al aumento en la esperanza de vida y la salud, mayor calidad del medio ambiente, de la libertad política y la justicia social. Incluso se refiere a la producción en el hogar, disponibilidad de más tiempo libre, calidad de la educación, acceso a los medios de producción, etc. El crecimiento del bienestar social, como indicador, es mucho más humano y sincero que el crecimiento económico, medido con el PIB.   
II de III
Al evaluar el concepto “progreso” aplicado a la economía de una nación, debemos enfocarnos en analizar qué tanto ha mejorado la vida de sus ciudadanos en un punto de la historia con relación a otro. Evidentemente que este avance en la calidad de vida estará expresado en función de la posibilidad de acceso a los bienes y servicios ofrecidos por el mercado y que coadyuvan al crecimiento integral, satisfaciendo las necesidades humanas.
Aunque el progreso puede interpretarse de manera subjetiva, las distintas variables que lo definen son eminentemente objetivas y contrastables, tal es el caso del  acceso adecuado a los servicios de salud, a la tecnología, a la electricidad, al mercado laboral, a un medio ambiente sano, a la seguridad social y ciudadana, a la educación, a la alimentación, a la diversión, entre otros componentes característicos de un clima de progreso.
El progreso real se comporta en una nación de la misma manera que un líquido al ser depositado en una vasija, ya que este fluido no solo adquiere la forma del recipiente, sino que también toca de manera perpendicular y directa todos los puntos del receptáculo en el cual ha sido vertido, ejerciendo una presión homogénea y equitativa sobre toda la superficie que impacta. Por lo que todo estado que pretenda definirse como “progreso” deberá estar matizado por un ambiente incluyente, en el cual el ciudadano no solo sea definido en su función cognitiva, sino también en su función participativa, como lo desarrollara George Soros.
Las bondades del crecimiento económico deberán pues, resistir el crisol que significa evaluar qué tanto éste impacta en el progreso de las personas que integran una determinada nación. De no pasar la referida prueba de forma adecuada, el modelo debe ser revisado.

III de III
Al hablar de “desarrollo” en el aspecto económico, nos referimos necesariamente a esa capacidad que poseen algunas naciones de generar riquezas tendentes a sumergir a sus ciudadanos en ambientes que les permitan disfrutar plenamente y de forma sostenida de prosperidad y bienestar socioeconómico.
El bienestar socioeconómico de las personas es, sin lugar a dudas, la principal característica que define el desarrollo de una determinada nación o región, por lo que todas las políticas públicas que sean adoptadas por las autoridades deben tener como protagonistas de las mismas a los seres humanos de manera integral. Desde ese punto de vista, el capital humano juega un papel predominante para que el desarrollo sea alcanzado y sostenido en el tiempo. Y me refiero al recurso humano no solo desde el punto de vista del capital económico, sino en el sentido más integral de la palabra, pues si analizamos las recientes crisis regionales y globales, nos damos cuenta de que antes que económicas, fueron crisis éticas las que impidieron que el esplendor de “los felices 90” de Stiglitz continuara durante el siglo XXI.
De hecho podemos encontrarnos con países que por décadas han preparado sus recursos humanos para alcanzar el desarrollo y mantenerlo en el futuro, sin embargo, le ha faltado el capital económico que les permita insertarse en los procesos de industrialización típicos de las naciones desarrolladas.
Por otro lado, países desarrollados, hoy ven sus economías amenazadas por deudas públicas insoportables, producto de empréstitos improductivos tomados por sus autoridades para ser gastados o invertidos en proyectos de cuestionables tasas internas de retorno.
Otros corren el riesgo de tener una baja considerable en su producto interno bruto, como resultado del envejecimiento de su masa productiva. Sumado a todo esto, el componente corrupción, pública y privada, es el mayor obstáculo para alcanzar el desarrollo.
  

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Juan Bosch votaría por el “NO” en plebiscito PLD

Conocedor de la sociedad dominicana y sus vicios, el profesor Juan Bosch, con sus manos tan firmes como su carácter, votaría a favor del “NO” en el plebiscito, que junto a la selección del candidato presidencial del PLD, se llevará a cabo el 26 de junio, donde se consultará a los miembros de esa organización política, si están o no de acuerdo con que se extienda el período de sus autoridades.  
Don Juan conocía la necesidad de aplicar en las instituciones corrientes de pensamientos que permitan que éstas sobrevivan a pesar de la ausencia de sus líderes. Creía en la “renovación del espíritu de nuestra mente”, tal y como enseñara San Pablo, como forma de conservar la razón de ser en nuestro accionar público. Promovía con su ejemplo vívido y didáctico la formación del “nuevo hombre” al cual San Agustín hacía referencia y que luego en su periplo revolucionario y de liberación asumiera Ernesto Guevara.
El profesor entendía el concepto de “Revolución Permanente” acuñado por Trotski como método efectivo para evitar que los actores comprometidos con las transformaciones sociales olviden los objetivos que le condujeron al poder y se  conviertan desde ahí, en nuevas clases burguesas con vicios similares a los descritos por él en su Colección de Estudios Sociales.   
Por su conocimiento de razones como las antes expuestas y del mismo modo que le dijo “NO” a Trujillo  cuando éste pretendía silenciarlo con un puesto en el Congreso; así como dijo “NO” al PRD cuando entendió que esa organización política había cumplido su ciclo histórico; como le dijo “NO” al grupismo que empezaba a utilizar la política como forma de beneficiarse a sí mismo y no al pueblo, a principios de los ‘90s, estoy convencido que por amor a su obra y al pueblo dominicano, Don Juan marcaria otro “NO” histórico este 26 de junio.
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Perfil del Candidato del PLD

El candidato presidencial del PLD que surja del actual proceso interno deberá exhibir un perfil público que le permita no solo atraer electores cuyos nombres no se encuentran registrados en el padrón electoral de esa organización política, sino también aglutinar las distintas corrientes, que de manera insoslayable, han surgido en la presente contienda.
Esta figura presidencial debe ser un dirigente político con la suficiente capacidad gerencial, probada en su paso por alguna institución pública, que haya administrado grandes presupuestos y cuya correcta ejecución sea avalada por las autoridades auditoras del Estado, así como por los organismos multilaterales.
Que tenga capacidad para trabajar en escenarios de presión interna y/o externa. Que entienda la importancia de medir toda gestión con indicadores que evalúen su desempeño y que a su paso por la administración pública se haya sometido al rigor de los mismos.
Que le sirva al PLD y con éste, le sirva al pueblo. Que no sea sectario ni excluyente. Que no se encuentre enajenado por el grupismo egoísta y refractario. Que esté realmente dispuesto a gobernar con todos, en especial, con los de la casa, como dijera San Pablo. Que al hablar, conjugue los verbos en la primera persona del plural, eliminando así, todo vestigio personalista en la conducción del Estado.
Que haya defendido el interés nacional en todo momento y ante cualquier sector que atente contra el patrimonio de los dominicanos, aunque esto implique cerrarse nichos de recaudación para su campaña política. Que conozca bien el rol de los organismos internacionales en la República Dominicana y entienda hasta donde éstos pueden interferir en las decisiones nacionales.
Debe ser alguien con la suficiente fortaleza espiritual para perdonar a sus detractores, aun teniendo todas las herramientas para públicamente hundirlos.
En mi humilde opinión, el precandidato adornado con estas características en este proceso electoral interno del PLD, es el ingeniero Rhadamés Segura.

Tarso la ciudad de Pablo

“Pablo de Tarso” es una expresión muy familiar para nuestros oídos, sin embargo raras veces escuchamos hablar de “Tarso la ciudad de Pablo”. Esto es comprensible pues el impacto global que por siglos ha ejercido la figura del apóstol de los gentiles, es oceánicamente superior a la fascinante historia de su ciudad natal.
Para el año 57 D.C., Pablo debió asumir una pública defensa ante una enardecida multitud que le acusaba, entre otras cosas, de haber profanado templos judíos. Es así como da a conocer su origen: “Yo de cierto soy hombre judío de Tarso, ciudadano de una ciudad no insignificante de Cilicia”. Establece que en el orden religioso ha sido formado a los pies de Gamaliel, cuya escuela lo certifica como maestro de las Escrituras y devoto del judaísmo. En el aspecto civil y geopolítico se describe como ciudadano de Tarso, capital de la provincia romana de Cilicia.
Cilicia estaba ubicada en el mismo trayecto comercial que unía a Asia Menor con Siria, lo que la convertía en un importante centro de negocios. Sus moradores producían un tejido especial llamado cilicio, utilizado para fabricar tiendas.
Andrómaca, esposa de Héctor el héroe troyano, era una princesa de Cilicia. Esta ciudad fue parte importante del reino de los Seléucidas al dividirse el imperio Griego tras la muerte de Alejandro Magno.
Ciro acampó en Tarso cuando iba de camino a reclamar el reino Persa. Con la victoria de Pompeyo, pasa a ser parte de Roma y desde ese momento ilustres romanos estuvieron en ella, a decir, Cicerón, Julio César, en cuyo honor se nombró la ciudad Juliópolis. Marco Antonio y Cleopatra navegaron en las aguas de esa ciudad.
Ahora bien, de ese Tarso solo quedan  las ruinas, mientras que de San Pablo, un legado insuperable que nos ayuda a vivir el Evangelio de manera práctica y en sociedad.           
      
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Evangélicos y el triunfo de Ollanta Humala en Perú

Las recién pasadas elecciones presidenciales en Perú pusieron nuevamente en evidencia las confrontaciones de la derecha tradicional de esa nación con los sectores progresistas que en esta ocasión fueron capaces de aglutinarse en torno a la candidatura triunfante del nacionalista Ollanta Humala.
La candidata presidencial Keiko Fujimori, aunque no logró la victoria, debemos reconocer que fue capaz de agrupar sectores conservadores que abrigaban el temor del establecimiento de un régimen de corte socialista del siglo XXI, y que desde sus tribunas arengaban enfocados en satanizar la amistad de Humala con el presidente Chávez. Para estos propósitos se destinaron no solo recursos de cortesanos de la era de Alberto Fujimori, hoy encarcelado por corrupción, sino también púlpitos, que desde el cardenalicio hasta el de párrocos comunales incluyeron en sus homilías mensajes proselitistas a favor de  la hija del ex presidente.
A cualquier candidato presidencial le gustaría contar con el respaldo del poder económico y religioso a la vez, pero en el caso de Keiko, los efectos positivos de este apoyo fueron diezmados por la pesada carga que implica ser una Fujimori en Perú.
Este escenario, a todas luces adverso para Ollanta Humala, le obligó  a desarrollar un discurso que le permitiera atraer sectores progresistas, entre ellos a la comunidad evangélica del Perú. Es así como logra el respaldo de más del 85% de los evangélicos que ejercieron el voto en ese proceso, logrando compensar así la fuga electoral que le provocara el cardenal Cipriani con sus intervenciones públicas.
Los compromisos realizados por Ollanta Humala con la comunidad evangélica del Perú, en la dirección de promover la igualdad religiosa en la relación del Estado con todos los credos, pudo haber sido la diferencia que le permitió ganar las elecciones frente a una adversaria que se perfilaba puntera en las encuestas, y a quien superó tan solo por menos de tres puntos.                 

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