sábado, 30 de abril de 2011

Jesús no le tuvo miedo a la muerte.


Durante las celebraciones de Semana Santa, el papa Benedicto XVI expresó que Jesús tuvo más miedo a la muerte que Sócrates, apoyándose en las reacciones del Divino Maestro en el Getsemaní.

Un análisis cristológico de esos pronunciamientos nos conduce a verdades bíblicas discrepantes con el obispo de Roma, pues desde la primera profecía mesiánica, en Génesis 3:15 y transitando a través de las Sagradas Escrituras, nos damos cuenta de que el Redentor de la humanidad sufriría en extremo, incluyendo una muerte ignominiosa como la de cruz.

No puede existir miedo a la muerte en aquel que dijo “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá“(Juan 11:25). Él mismo  se definía como el Amo y Señor de la vida. Con poder y autoridad para darla y quitarla.

Cómo concebir una teología cristiana que describa a Jesús como un miedoso a la muerte, aun sabiendo que arrebató de las garras de ésta a su amigo Lázaro (Juan 11:1-43), a la hija de Jairo (Marcos 5:21-42), al hijo de la viuda de Naín (Lucas 7:11-17) y como el Salvador prometió que sus seguidores verdaderos harían cosas mayores que las que Él hizo, resucitó a Dorcas (Hechos 9:36-42) y al joven Eutico (Hechos 20:7-12) por mediación de Pedro y Pablo, respectivamente.

Jesús no sintió miedo en el Getsemaní, sino dolor y sufrimiento por tener que cargar con el insoportable peso de los pecados de las generaciones anteriores, coetáneas y posteriores a Él.

Aun así, se entregó voluntariamente a la muerte para anular el acta de los decretos que había contra toda la humanidad (Colosenses 2:14) y poder decir a través del apóstol Pablo “Sorbida es la muerte en victoria”. (1 Corintios. 15:54).

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jueves, 28 de abril de 2011

Indicadores de la CDEEE se deterioran

Las empresas distribuidoras y comercializadoras de electricidad son evaluadas utilizando un amplio abanico de indicadores de gestión, sin embargo existen tres de ellos que nunca deben faltar en todo análisis objetivo sobre el desempeño de estas instituciones del mercado eléctrico, y son: las pérdidas, las cobranzas y el índice de recuperación de efectivo (CRI).

En las publicaciones que hiciera la CDEEE a principio de año, sobre los resultados de la gestión de las EDEs durante el 2010, no se incluyeron informaciones sobre esos tres indicadores. Al enterarme de lo valores resultantes para el referido año, comprendí el por qué no fueron publicados.

1.     Las Pérdidas:
Éstas pueden ser técnicas y no técnicas. Se refiere la cantidad de electricidad que las EDEs compran a los generadores y que no es facturada a los usuarios finales. Para el año 2009 las pérdidas totales de las tres distribuidora de electricidad se encontraban en 34.9%, mientras que para el 2010 aumentaron a 36%, es decir que de cada 100 kilovatios/hora que compraban las EDEs, 36 no pudieron ser facturados.



2.     Las Cobranzas:
Este indicador muestra la cantidad de dinero que cobran las EDEs con relación a todo el monto facturado por ellas a los clientes en un determinado período. Las cobranzas también se deterioraron durante el año 2010, pues se colocaron en 91%, mientras que para el 2009 estaban en 92%. O sea, que de cada 100 pesos facturados se cobran 92.


 
3.     Índice de Recuperación de Efectivo (CRI):
En este parámetro se conjugan los dos indicadores anteriores y muestra cuánto dinero se está recuperando de todo el que se inyecta al mercado eléctrico. El CRI también sufrió un importante deterioro en el 2010, pues descendió a 58.8%, mientras que en el 2009 estaba en 60%.



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Bauta tiene razón al describir Superintendente de la Sisalril


“Fernando Caamaño es un empleado de las ARS”.

Esta responsable afirmación procede de un funcionario público que como Ministro de Salud se ha granjeado el crédito de la población pues ha sabido colocarse a la altura de las circunstancias en momentos que la nación lo ha demandado. Su correcto manejo ante el inevitable ingreso del cólera al territorio dominicano ha permitido tomar pleno control de esa letal enfermedad, las oportunas campañas preventivas y/o correctivas que  de forma efectiva se realizan en su gestión, crean en los ciudadanos un sentido de confianza y seguridad frente a males como el dengue, la malaria, tuberculosis, etc.

La declaración del doctor Bautista Rojas surge como respuesta a la indiferencia que por años ha exhibido el superintendente de salud y riesgos laborales ante la posición de las Administradoras de Riesgos de Salud de presentar todo tipo de trabas a sus clientes con el propósito de no cubrir las enfermedades catastróficas y los medicamentos de alto costo.

El comportamiento del superintendente de salud y riesgos laborales no puede ser otro, pues se trata de un tecnócrata insípido, incoloro e inodoro, miembro del privilegiado club de funcionarios que sin mérito alguno alcanzan funciones públicas, prevaliéndose tan solo de sus relaciones primarias con figuras influyentes de la clase gobernante y que desde sus posiciones procuran desarrollar un mayor nivel de identidad con la clase económicamente dominante que con los ciudadanos contribuyentes, quienes realmente son la razón de ser de instituciones como las que él dirige.

El señor Caamaño es del tipo de burócratas cuyos logros institucionales, que en su caso están por verse, son atribuidos de manera personal, pero sus errores deben ser asumidos por la organización política que ostenta la conducción del Estado. 

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sábado, 2 de abril de 2011

Marranzini, ya deje de Mentir.


En su más reciente visita a las autoridades dominicanas, los representantes del FMI mostraron gran preocupación por los altos niveles de subsidios destinados al sector eléctrico, pues desde ya se vaticina que las partidas presupuestarias proyectadas para el presente año estarán muy por debajo de la realidad, igual como aconteció en el año 2010 cuando se proyectaron tan solo 350 millones de dólares, pero al finalizar ese período esta cifra superaba los 900 millones.

Ante este pronóstico el FMI plantea la necesidad de incrementar las recaudaciones en el sector eléctrico. Es en medio de este panorama que el señor Marranzini se despacha diciendo que ese organismo internacional no ha recomendado aumentar la tarifa eléctrica, sino más bien aplicar la “tarifa técnica”, lo que en el lenguaje de los que sí conocen sobre mercados eléctricos, implica transferir de manera directa a los usuarios finales los costos de producción de la electricidad, sean éstos variables o fijos, así como los valores agregados tanto de distribución, como de transmisión, aunque este último aun no se contempla en el análisis tarifario local.

Cómo hablar de aplicación de “tarifa técnica" en un mercado eléctrico en el cual los costos reales de producción de electricidad están a todas luces alterados por la existencia de contratos con ecuaciones de precio que permiten, entre otras cosas, la sobre indexación de combustible. Éste tan solo debe ser objeto de transferencia o “pass through” en la cadena comercial, sin embargo en nuestro sui géneris sistema eléctrico, las empresas generadoras de electricidad obtienen inmensos beneficios por el manejo de los carburantes, a tal grado que en la medida en que éstos incrementan, en ese mismo sentido incrementan sus ganancias.

Ineludiblemente y contrario a lo dicho por el señor Marranzini, la aplicación de la “tarifa técnica” en nuestro país, implicaría un aumento en el precio de la electricidad.     

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